La anemia es una de las peores enfermedades que podemos desarrollar, debido al enorme cansancio y la debilidad extrema que nos causa. Sin embargo, estas no son las únicas razones para temerle, pues son muchas las consecuencias que conlleva esta condición y que aquí hemos decidido contarte.
¿Qué es la anemia?
En primer lugar, debemos saber que la anemia es una enfermedad de la sangre que se origina cuando nuestro cuerpo no está produciendo suficiente hemoglobina, una proteína que se encarga de llevar el oxígeno de nuestros pulmones a todos los tejidos.
¿Cuáles son las consecuencias que trae la anemia?
Cuando sufrimos anemia, tendemos a presentar fatiga y nuestro rendimiento y capacidad para la actividad física disminuyen notablemente. Además de que nuestra resistencia a las infecciones suele ser más baja, dado que la función de nuestro sistema inmune se ve gravemente afectada.
En el caso de los niños que padecen anemia, pueden presentar retardos en el crecimiento y en el desarrollo de la capacidad cognitiva. Mientras que en el caso de las mujeres embarazadas, la falta de peso y la malnutrición, tanto de la madre como del bebé, pueden conducir a la muerte de ambos. Esta es una de las situaciones de mayor cuidado, puesto que, a pesar de que la deficiencia de hierro que causa la anemia puede atacar a personas de todas las edades. Sus efectos son más perjudiciales durante los primeros años de vida, pues no existe tratamiento alguno que pueda revertir el daño.
Una de las peores consecuencias que puede traer la anemia y que la mayoría de las personas desconoce es que puede originar intoxicación con metales pesados. Esto se debe a que una ingesta deficiente de hierro puede ocasionar la muerte de nuestro organismo. Por lo que el sistema inmunológico incrementa su capacidad de absorción de este y otros metales como el plomo y el cadmio, que son considerados tóxicos para el organismo.
En fin, son muchas las cosas que conlleva el hecho de padecer anemia, por lo que debemos evitar a toda costa que esta enfermedad nos alcance, manteniendo una dieta saludable y balanceada, donde nunca falten aquellos alimentos altos en hierro.