Sabemos que la anemia consiste en una reducción notable del volumen de hemoglobina en la sangre y que puede ser causada por una deficiencia de hierro o por otras enfermedades.
Si te has realizado una hematología y te han detectado un cuadro de anemia, existen algunas precauciones que debes tomar para evitar que tu condición empeore y, por el contrario, logres mejorarla.
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Cuidar del consumo de suplementos de hierro
En la mayoría de los casos, los médicos recetan suplementos de hierro para contrarrestar la falta de este mineral. Pero el problema está en que los mismos pueden llegar a ser oxidativos y dar paso a lesiones, gastritis y dolores estomacales. Si el doctor nos los ha recomendado, debemos tomarlos siempre acompañados de vitamina C y consultar con él si se nos ha presentado algún inconveniente.
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Realizar ejercicio físico leve y con moderación
Quienes padecen anemia falciforme y talasemia tienen ciertas limitaciones debido a su hemoglobina baja. Sin embargo, es posible que el ejercicio físico leve y moderado les ayude a contrarrestar los efectos de esta enfermedad, dependiendo de la gravedad de la misma y siempre bajo supervisión médica.
Algunos de los ejercicios recomendados son: caminar a paso regular, nadar, trotar y andar en bicicleta.
Es importante saber que el ejercicio intenso puede empeorar la condición de anemia, produciendo deshidratación y molestias por angina, sobre todo en personas con anemia falciforme. Asimismo, las personas anémicas que además presentan enfermedad coronaria o arterial, deben evitar el ejercicio de alta intensidad para disminuir el riesgo de angina.
Por supuesto, es importante beber suficiente agua antes, durante y después de la actividad física y consultar al médico antes de iniciar cualquier rutina de ejercicios, así sabrás que tipo de actividad es la mejor para ti y podrás beneficiarte de la mejor manera.